LA LUCHA POR LA VIDA
TEATRO ARRIAGA 190’ (20’entreacto incluido) 20:00
Autor: Pío Baroja
Adaptación: José Ramón Fernández
Dirección: Ramón Barea
Intérpretes: Ramón Barea, Aitor Fernandino, Olatz Ganboa, Ione Irazabal, Itziar Lazkano, Sandra Martín, Alfonso Torregrosa, Leire Ormazabal, Diego Pérez y Arnatz Puertas
Ramón Barea dirige e interpreta La lucha por la vida, un espectáculo con visos brechtianos a partir de la obra de Pío Baroja.
El propósito de La lucha por la vida no era componer una crónica histórica, sino relatar la formación de un ser humano, Manuel Alcázar, en un medio hosco y adverso. Un Manuel que se debate desde el principio entre influencias contrarias, entre personajes que lo incitan a construirse una vida honrada, laboriosa y digna, y otros que, por el contrario, constituyen una fuerza negativa y procuran su hundimiento moral.
Tres novelas río para un espectáculo río, habitado por multitud de seres en un trepidante juego de actores. Diez intérpretes para casi 100 personajes.
Ritmo cinematográfico para una narración teatral nada maniquea, que no nos deja empatizar con el héroe, porque el héroe no es ejemplar ni dueño de su destino, y tiene que tomar decisiones que no siempre son las políticamente correctas.
LA LUCHA POR LA VIDA
TEATRO ARRIAGA 190’ (20’entreacto incluido) 20:00
Autor: Pío Baroja
Adaptación: José Ramón Fernández
Dirección: Ramón Barea
Intérpretes: Ramón Barea, Aitor Fernandino, Olatz Ganboa, Ione Irazabal, Itziar Lazkano, Sandra Martín, Alfonso Torregrosa, Leire Ormazabal, Diego Pérez y Arnatz Puertas
Ramón Barea dirige e interpreta La lucha por la vida, un espectáculo con visos brechtianos a partir de la obra de Pío Baroja.
El propósito de La lucha por la vida no era componer una crónica histórica, sino relatar la formación de un ser humano, Manuel Alcázar, en un medio hosco y adverso. Un Manuel que se debate desde el principio entre influencias contrarias, entre personajes que lo incitan a construirse una vida honrada, laboriosa y digna, y otros que, por el contrario, constituyen una fuerza negativa y procuran su hundimiento moral.
Tres novelas río para un espectáculo río, habitado por multitud de seres en un trepidante juego de actores. Diez intérpretes para casi 100 personajes.
Ritmo cinematográfico para una narración teatral nada maniquea, que no nos deja empatizar con el héroe, porque el héroe no es ejemplar ni dueño de su destino, y tiene que tomar decisiones que no siempre son las políticamente correctas.