El día 28 de marzo, lunes de pascua, el famoso monte santurtziarra celebrará el día de Cornites, con su tradicional fiesta-romería, organizada por el Organismo de Cultura del Ayuntamiento de Santurtzi «Serantes Kultur Aretoa”.
En la zona del Mazo del monte a las doce del mediodía, los niños y niñas podrán disfrutar de un parque infantil y de juegos populares hasta las 14:30, para continuar con el parque infantil y una Romería, a cargo de Basajaun, desde las 16:00 horas y hasta las 18:30.
La Romería de Cornites es antiquísima y su nombre está relacionado con el tradicional panecillo “el cornite”, que se solía comer en el monte ese día y que era un richi de pan puntiagudo, que podía llevar en su interior chorizo o un huevo o las dos cosas, cocidas dentro del pan. Son muchas las leyendas que explican el origen de esta romería, si bien no existe documentación que pueda acreditar ninguna de ellas y su origen se pierde en la memoria de nuestros mayores, quienes han conocido esta fiesta, que se dice se celebra en Santurtzi “de toda la vida”.
Antiguamente, cuando este día no era fiesta, lo habitual es que los niños y las niñas santurtziarras solos/as o acompañados/as de sus madres, subieran al Monte Serantes, a pasar la tarde jugando, bailando y comiendo el famoso cornite.
Durante algún tiempo el Ayuntamiento de Santurtzi repartió cornites, dado que se había perdido la tradición de su consumo. Ahora son las propias panaderías del municipio, las que proporcionan el cornite, que la gente puede adquirir en los puntos de venta habituales o en el propio monte.
Es muy singular que en un espacio tan urbanizado como el de la margen izquierda se conserve esta tradición propia de entornos rurales, en la que, además de las gentes de Santurtzi, participan muchas personas de toda la margen izquierda y de la zona minera.
A pesar del éxodo masivo que se lleva a cabo todos los años con motivo de las vacaciones de semana santa, son miles las personas que suben al monte Serantes de las formas más diversas: andando, en bici y hasta a caballo, ya que la subida al Monte Serantes permite ascensiones para todos los gustos, desde las más deportivas, a través de los atajos y caminos de mayor pendiente, hasta la de dar un paseo agradable por la carretera.
Hay quien pasa todo el día, algunos suben a la mañana y otros optan por la tarde, pudiendo aquellas familia que lo deseen comer o merendar en las mesas y bancos que existen en el monte y si el día acompaña es una oportunidad excelente para disfrutar de un paisaje y unas vistas excepcionales.